Hace unos años cuando comenté a mi hija, la directora cinematográfica Paloma Zapata , que me iba a dedicar, al menos en parte, a escribir novelas. Ella me preguntó si sabía bien donde me metía. Que para escribir una novela o, en general, para armar un relato, antes debería tener en la cabeza una historia completa, con principio y fin. Eso regía todo lo demás. No bastaba con empezar a contar cosas al albur. Me quedé pensativo. Por supuesto que así lo había hecho, pero tenía que argumentar por qué. Mis veinte años dando clases e investigando en Psicología del Aprendizaje sobre diseño instruccional, me sirvieron de algo para salir del apuro. Me acordé de lo básico que son, en un diseño, la epitomización y la elaboración, dos polos entre los cuales gira todo lo demás. Entonces pensé que en la creación literaria o de relatos sucedía algo parecido. Para estas tareas vienen muy bien las herramientas digitales. Así, veremos en esta serie de posts que, cuando queramos escribir una historia, la ...
Eagleton dice: la calidad de una obra literaria depende de "La profundidad del conocimiento, la verosimilitud, la unidad formal, el atractivo universal, la complejidad moral, la inventiva verbal, la visión imaginativa: todos estos conceptos se han propuesto en un momento u otro como marcas de grandeza literaria." En cinco de esos siete elementos interviene la documentación literaria, que de esta forma se convierte en algo clave para el éxito y la calidad de la creación literaria.